– 8 de junio de 2020 –


 

En 2019 SEAT consiguió disminuir en un 43% sus cinco principales indicadores medioambientales, que incluyen los consumos de energía y agua, generación de residuos, compuestos orgánicos volátiles y CO2 derivados de producción, dando así un gran paso para conseguir sus objetivos para 2025: rebajar un 50% su huella medioambiental derivada de producción con respecto a 2010. Desde que hace una década SEAT inició su ofensiva medioambiental, ha bajado su consumo de energía un 26%, el de agua un 32%, ha mejorado la gestión de los residuos en un 58%SEAT H y ha reducido la emisión de compuestos orgánicos volátiles un 23%. Además, ha disminuido la emisión de CO2 derivado de producción en un 65%. En 2019, se puso el foco en producir menos residuos y dar un tratamiento más eficiente a los generados. Para ello se activaron iniciativas en producción, desde la minimización de la generación de residuos hasta su posterior reciclaje y revalorización. Como resultado, SEAT ha disminuido un 38,5% sus residuos en un solo año y ha rebajado en dos kilos por vehículo producido los residuos destinados a eliminación.